Quería tener las dos,
la leona y la pantera juntas,
sin que hayan desavenencias entre sí.
Que ambas compartan mi cama
todas las noches y
llenen de sus cabellos
toda las habitaciones de la casa,
mis ropas y el sofá.
Durante el día que duerman a gusto
despertando solamente
para continuar regocijándose
con mis caricias.
 
Soy un buen amo para ellas.
Me gusta regalar mimos
y complacerlas minuciosamente.
Trato de ser atencioso,
les pongo baldas y caprichos
por eso suelen ser sensualmente petulantes.
Todo se lo doy a ellas
y nada les pido a cambio,
excepto lo que tengan para darme de corazón
pero infelizmente, las dos,
en una habitación
sería un huracán
y yo no estoy maduro lo suficiente
como para recibirlo.
 
Entonces, por esa razón
las tengo separadas,
en plena libertad y sin rejas,
atrapadas y sin preferencias.
Las quiero con calor,
cuando con una estoy,
no dejo de estar con la otra.
Pues mi corazón con las dos está
enteramente.
 
La leona y la pantera son mis amores
y toda mi dedicación
es para las dos.
Pobre de mí
 
sino con ellas, las dos. 

 

Pablo Nuñez
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